Puntos básicos que debes conocer sobre la aislación acústica
MSc. Ricardo Cabrera
Podemos comenzar definiendo al aislamiento o la aislación acústica como el conjunto de medidas de construcción que busca impedir que el sonido salga o entre a un recinto o local específico.
Se diferencia mucho de la otra rama de la acústica arquitectónica: el acondicionamiento acústico. Este último busca obtener las condiciones óptimas dentro de un local para el desenvolvimiento de alguna actividad definida, lo cual se consigue mediante el control de la absorción de los materiales de revestimiento y la correcta selección de la geometría del recinto. Por ejemplo, en un teatro o en una sala de aula se busca obtener la mejor inteligibilidad de la palabra posible, o sea, se requiere que las características acústicas de la sala contribuyan para la total comprensión del mensaje oral.
Por otro lado, el aislamiento acústico tiene como objetivo asegurar que el ruido (sonido no deseado), interfiera lo menos posible con las actividades que se realizan en un lugar, así como, proteger la salud de las personas que están expuestas a los nocivos efectos del ruido.
Se puede determinar cuánto aísla un elemento constructivo (como por ejemplo una pared o una loza) mediante unas magnitudes físicas como son el índice de reducción sonora (R), la diferencia de nivel estandarizada (Dnt), entre otros. Generalmente estas magnitudes se expresan en decibeles (dB) y se pueden obtener a partir de una medición in situ, siguiendo procedimientos determinados por normas como la ISO 140 o la ISO 12354; o mediante cálculo que involucra ciertas características físicas de los materiales del elemento. Mientras mayores son estos indicadores, mejor es la aislación.
La primera aproximación que se utilizó para realizar el cálculo del índice de reducción sonora fue la famosa ley de masas cuya fórmula se muestra a continuación:
Donde:
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f es la frecuencia en hertz (Hz) a la cual se desea analizar R.
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M es la cantidad de masa por unidad de superficie (Kg/m2) o densidad superficial del material con el que está construido el elemento.
Si bien se ha determinado que la ley de masas es insuficiente para caracterizar el aislamiento de un elemento constructivo, sirve como base para analizar ciertos aspectos a tener en cuenta sobre aislación:
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La efectividad del aislamiento de una pared depende de la frecuencia del ruido que incide sobre ella, no es lo mismo aislar ruidos de baja frecuencia (tonos bajos como los del bombo) que los de media (conversaciones o el ruido de una televisión encendida) o los de alta frecuencia (tonos agudos como chirridos de una bisagra).
El problema aumenta debido a hecho que en la naturaleza los sonidos tienen más de una frecuencia a la vez. El conjunto de frecuencias que conforman un sonido en concreto se denomina espectro o timbre. Generalmente el valor de este tipo de indicadores se calcula o mide para varias frecuencias a la vez (las frecuencias centrales de las bandas de tercio de octava desde 100Hz hasta 4KHz) y este conjunto de datos es presentado en forma de curvas.
También es posible asignar un valor único o valor global a ese conjunto de datos. Este valor único se denomina RW para el caso del índice de reducción sonora y DntW para el caso de la diferencia de nivel estandarizada. Los valores globales se obtienen aplicando una técnica de cálculo definida en la norma ISO 717. Si bien es cierto que estos valores globales carecen de utilidad técnica, sí resultan útiles al momento de realizar una comparación rápida entre dos diferentes elementos constructivos; recordando siempre que cuanto mayor sea su valor, mejor es la aislación.
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Se necesita masa (paredes pesadas, densas) para obtener una buena aislación, principalmente para frecuencias bajas. Esto es así porque para que una superficie transmita sonido de una de sus caras a la otra necesita vibrar. Y sí, esto también quiere decir que el llanto del bebe recién nacido del vecino es capaz de hacer vibrar una pared de digamos unos 300 Kg.
Recordemos que objetos livianos se mueven fácilmente. Yo suelo usar con mis alumnos la analogía del camión y la bicicleta. ¿Es más fácil mover el camión o mover la bicicleta? ¿Qué tan difícil es detener una bicicleta que está moviéndose y que tanto es detener un camión?
Esto no necesariamente quiere decir que siempre se va a necesitar construir un bunker de concreto (el camión) para mantenernos aislados del ruido. Por suerte, existen algunas técnicas que suelen ser más efectivas que paredes muy gruesas en algunos casos.
Por ejemplo, el uso de paredes dobles, esto es: pared - cámara de aire – pared. Donde la cámara de aire puede o no estar rellena de algún tipo de material absorbente de sonido como la lana mineral. Este tipo de sistemas funciona debido a la dificultad que tiene el sonido de cambiar de medio de propagación. En un sistema como el descrito, el sonido tendría que viajar por el aire hasta llegar a la primera pared, atravesar el material de la misma, pasar de nuevo al aire de la cámara interna, cambiar de medio otra vez al llegar la segunda pared, atravesar la misma y, finalmente, volver a cambiar de medio para propagarse por el aire que colinda con la segunda cara de la segunda pared.
Hagamos, a modo de ejemplo, la comparación del aislamiento que ofrecen dos diferentes elementos constructivos:
A.Una pared de ladrillo sólido de 11 cm y
B.Una pared doble formada por dos láminas de cartón yeso de 13mm cada una, una cámara de aire de 50 mm rellena de lana de vidrio y otra cara formada también por dos láminas de cartón yeso de 13 mm.
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Los datos de presentados de ambos elementos son tomados de la base de datos de ensayos de aislamiento a ruido aéreo disponible en la página web de la empresa URSA.
Si comparamos los valores globales de ambos ejemplos, vemos que la solución ligera B, (RW= 53 dB) aísla más que la opción pesada A (RW= 45 dB); sin embargo, si se verifica la información frecuencia a frecuencia vemos que B es mejor que A únicamente para frecuencias medias (desde unos 160Hz hasta los 2,5KHz).
Así, B podría ser muy útil para dejar de escuchar el programa de televisión favorito de los vecinos (frecuencias medias), pero no sería recomendado para deshacernos del molesto ruido del golpe de bombo cuando su hijo practica batería (frecuencias bajas). Es por este tipo de variación de la efectividad de cada material con respecto a diferentes tipos de ruido que hace necesaria la evaluación por parte de personal técnicamente capacitado, como son los consultores acústicos, para poder encontrar la solución adecuada para cada caso.
Finalmente, quería realizar unas recomendaciones a la persona que tiene algún problema relacionado con aislación acústica y que busca una solución:
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Desconfía de soluciones mágicas, simples e inmediatas. Como vimos en este artículo, la aislación requiere de un proceso de análisis de las características específicas del ruido que se quiere aislar y de otros factores como la ubicación de la fuente con respecto al receptor, los materiales de los recintos en que ambos se encuentran, etc.
Un buen consultor acústico necesita realizar un estudio minucioso de todos estos factores antes de ofrecer una solución a tu problema de ruido. Este estudio incluye, como ya se mencionó, el análisis del tipo de ruido, una inspección de la fuente de ruido y del recinto que se quiere aislar, la identificación de los materiales de construcción, una medición de cuanto es la aislación al ruido que tu recinto tiene actualmente, etc. Ah, y luego viene la etapa de cálculo, mucho cálculo…
Como podrás imaginar esta fase requiere de conocimiento técnico especializado, así como de tiempo y esfuerzo, y por tanto merece ser reconocida. Som Livre UIO realiza este tipo de estudios con profesionalismo, seriedad, solvencia técnica e integridad.
Cuídate del técnico que te ofrezca una solución de aislamiento sin haber realizado un estudio de tu caso específico o que lo haga sin costo alguno. Es probable que, más que un técnico, sea un mercader que tiene por objetivo venderte un material de su stock, aunque este no sea el más adecuado para ti.
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Ten en cuenta que en la mayoría de casos aislar va a requerir de realizar algún tipo de obra civil importante: derrocar una pared y edificar otra de diferente material, levantar una segunda pared, reducir el tamaño de una ventana, cambiar una ventana, cambiar una puerta por otra más pesada que requiere un marco reforzado, etc.
Es por este motivo que en cualquier proyecto arquitectónico es mejor resolver el problema de aislación desde el primer momento, no sea que tengas que modificar e incluso derrocar algo que acabas de construir y en lo que invertiste mucho tiempo y dinero. Nuevamente, acude a tu consultor acústico desde el primer momento.
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El resultado final de un proyecto de aislación acústica depende mucho de los detalles y acabados de construcción. Podemos pensar que el sonido es como el agua en una inundación: se va a colar por todos los lugares en los que encuentre un camino.
Cualquier rendija o separación, por mínima que sea, entre digamos, la puerta y el marco o la pared de cartón yeso y el techo, es una invitación a entrar que el ruido no va a recusar. Es por ese motivo que se requiere de una supervisión constante por parte de personal calificado en el momento de implementar la solución planteada.