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Ventanas Antirruido

MSc. Ricardo Cabrera

Las urbes modernas son muy ruidosas. Las fuentes productoras de ruido son múltiples: tráfico terrestre y aéreo, equipos de sonido y tv, conversaciones, alarmas, etc. Los efectos nocivos que el ruido causa en las personas a largo y corto plazo también son muchos y bien conocidos: estress, pérdida auditiva temporal y permanente, falta de sueño, problemas de concentración y otro largo etcétera.

Edificaciones como oficinas, centros de educación y, principalmente, viviendas, deben ser proyectadas con el fin de proteger a las personas del ruido. Esto implica que deben garantizar un nivel mínimo de aislamiento acústico frente al ruido exterior. De manera simplificada, para aislar un local del ruido generado fuera de él, se necesita que las superficies que limitan al local sean pesadas y gruesas.

Uno de los púntos débiles del sistema de aislamiento de las edificaciones suelen ser las ventanas.  Una ventana convencional, formada por un vidrio simple, por su escaso espesor y baja densidad superficial  presenta poca protección frente al ruido urbano.

Las ventanas antiruido (o ventanas acústicas) están formadas por una o más capas de vidrio de 6mm o más de espesor. En el caso de tener más de una capa (algo casi impresindible si se tiene problemas de ruido de baja frecuencia), la distancia entre cada capa debería tener 2cm o más (Rodríguez, 2008) y cada una de las capas debería ir montada en un bastidor independiente con algún tipo de masilla no endurecible (Miyara, 1999).  Es tambien importante que cada capa de vidrio tenga un espesor diferente de las otras.

Ventana Doble, Ventanas acústicas, ventanas antiruido, Quito, Ecuador

Además del vidrio, la efectividad de una ventana como aislante dependerá del bastidor y del montaje final. EL bastidor está formado por todas las partes, fijas y móviles, de la ventana que no son de vidrio incluyendo el marco. Los materiales utilizados para el bastidor son la madera, el PVC y el aluminio. Por supuesto, la unión entre el marco y la pared debe ser sellada sin dejar rendijas o pasos de aire.

Es importante entender que no siempre una ventana acústica es la solución a un problema de ruido exterior. Puede ser que existan otros caminos de transmisión de sonido más importantes que la ventana. También es necesario  evaluar la naturaleza y tipo de ruido, de esta manera se podrá seleccionar el  diseño de ventana (número de capas, espesor de cada una de ellas, tamaño de las cámaras entre capas, etc.)  más efectivo para atenuar ese ruido específico.

Además,  se debe realizar supervisar el proceso de instalación para evitar errores en el montaje que atenten contra la estanqueidad del sistema y dejen rendijas.  Por tanto, antes de invertir en la compra e instalación de este tipo de dispositivos, es importante acudir a un especialista como un consultor acústico que realice un estudio  de cada caso particular.

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